No hay cambio en nuestra vida que no tenga un cierto tinte de melancolía, ya que en cada cambio dejamos trozos de nosotros mismos, pero al mismo tiempo siempre estamos renaciendo a una nueva vida, a nuevas experiencias y vivencias.Lo inteligente es no aferrarse demasiado a nada, no condicionar nuestra felicidad ni nuestro estado de ánimo ni nuestras ganas de vivir a que todo ocurra como esperamos, sino que suceda lo que suceda y cambie lo que cambie salgamos bien parados. Tan bello es el atardecer como el amanecer, el sol como la lluvia, el huracán como la brisa, la playa como la montaña. El secreto está en saber disfrutar de cada tiempo, cada momento, cada cambio, cada novedad, con cada persona y en cualquier lugar, porque a pesar del cambio tú estás ahí, como ser irrepetible que acepta el cambio irremediable del universo que te acoge.
